Teorías del origen de la vida:
Creacionismo:
Atribuye la existencia de la vida a una “fuerza creadora”
desconocida. Esta idea surgió quizá del hombre primitivo y se reforzó en las
primeras culturas, como la egipcia o la mesopotámica. La teoría creacionista
considera que la vida, al igual que todo el Cosmos, se originó por la voluntad
creadora de un “ser divino”.
Teoría de la Panspermia:
La hipótesis de la panspermia postula que la vida es
llevada al azar de planeta a planeta y de un sistema planetario a otro. Su
máximo defensor fue el químico sueco Svante Arrhenius (1859-1927), que afirmaba
que la vida provenía del espacio exterior en forma de esporas bacterianas que
viajan por todo el espacio impulsadas por la radiación de las estrellas.
Dicha teoría se apoya en el hecho de que las moléculas
basadas en la química del carbono, importantes en la composición de las formas
de vida que conocemos, se pueden encontrar en muchos lugares del universo. El
astrofísico Fred Hoyle también apoyó la idea de la panspermia por la
comprobación de que ciertos organismos terrestres, llamados extremófilos, son
tremendamente resistentes a condiciones adversas y que eventualmente pueden
viajar por el espacio y colonizar otros planetas. A la teoría de la Panspermia
también se la conoce con el nombre de ‘teoría de la Exogénesis’, aunque para la
comunidad científica ambas teorías no sean exactamente iguales.
Teoría de la generación
espontánea o abiogénesis:
“Esta hipótesis plantea la idea de que la materia no
viviente puede originar vida por sí misma”. Aristóteles pensaba que algunas
porciones de materia contienen un "principio activo" y que gracias a
él y a ciertas condiciones adecuadas podían producir un ser vivo. Este
principio activo se compara con el concepto de energía, la cual se considera
como una capacidad para la acción. Según Aristóteles, el huevo poseía ese
principio activo, el cual dirigir una serie de eventos que podía originar la
vida, por lo que el huevo de la gallina tenía un principio activo que lo
convertía en pollo, el huevo de pez lo convertía en pez, y así sucesivamente.
Uno de los científicos que realizó experimentos para
comprobar esta hipótesis fue Jean Baptiste Van Helmont, quien vivió en el siglo
XVII, quien realizó un experimento con el cual se podían, supuestamente,
obtener ratones y consistía en colocar una camisa sucia y granos de trigo por
veintiún días, lo que daba como resultado algunos roedores. El error de este
experimento fue que Van Helmont sólo consideró su resultado y no tomo en cuenta
los agentes externos que pudieron afectar el procedimiento de dicha
investigación.
Teoría de Oparín (abiótica o
quimiosintética):
El soviético A. I. Oparin y el inglés J. B. S. Haldane
publicaron (en 1924 y 1929, respectivamente) trabajos independientes acerca del
origen de la vida con un enfoque materialista. Sin embargo la obra realizada por
Oparin es más conocida y extensa, este autor concibió una atmósfera primitiva
de naturaleza química reductora, formada por metano, amoniaco, vapor de agua e
hidrógeno que gracias a la acción de los rayos ultravioleta y otras formas de
energía, las sustancias nombradas anteriormente dieron lugar a diversos
compuestos orgánicos. Tales rayos consiguieron penetrar hasta la superficie de
la Tierra porque, con la ausencia de oxígeno en la atmósfera, resultaba
imposible la existencia de una capa de ozono como la que, afortunadamente,
protege al planeta desde hace muchos millones de años. Pero la teoría de Oparin
no se detiene en la formación de compuestos orgánicos, sino que propone que
posteriormente se formaron amontonamientos o agregados moleculares de constitución
química diversa (llamados coacervados), visualizados como una especie de puente
entre los compuestos orgánicos y las células.
Teoría celular:
La primera aportación a esta teoría se atribuye al inglés
Robert Hooke (1635-1703). Fue en el año 1665 cuando este científico realizó
cortes muy delgados de tejido de corcho y, mediante observación microscópica se
percató de que estaban formados por una gran cantidad de pequeños espacios a
los que llamó celdillas o células. De igual manera la idea de la célula como
unidad biológica nació en el siglo XVII gracias a las aportaciones de varios
científicos, entre ellos el holandés Anton van Leeuwenhoek (1632-1723)
autodidacta y constructor de sus propios microscopios, que lograban amplificar
las imágenes unas 300 veces, lo cual contribuyó ampliamente a que pudiera
observar células que poseían movimiento en agua.
Postulados básicos de la teoría celular.
1. Unidad de estructura. La célula es la unidad anatómica o
estructural de los seres vivos, porque se dice que todos los seres vivos están
formados por al menos una célula.
2. Unidad de función. La célula es la unidad fisiológica o
de función de los seres vivos, porque cada célula lleva a cabo funciones
propias de un ser vivo (nutrición, crecimiento, reproducción y muerte) y
especificas (las funciones que corresponden a un tejido).
3. Unidad de origen. Toda célula proviene de otra,
semejante ya existente.
La teoría del Big Bang:
El Big Bang, literalmente gran estallido, constituye el
momento en que de la "nada" emerge toda la materia, es decir, el
origen del Universo. Afirma que el universo estaba en un estado de muy alta
densidad y luego se expandió. Si las leyes conocidas de la física se extrapolan
más allá del punto donde son válidas, encontramos una singularidad. Mediciones
modernas datan este momento aproximadamente a 13,8 mil millones de años atrás,
que sería por tanto la edad del universo. Después de la expansión inicial, el
universo se enfrió lo suficiente para permitir la formación de las partículas
subatómicas y más tarde simples átomos. Nubes gigantes de estos elementos
primordiales más tarde se unieron a través de la gravedad para formar estrellas
y galaxias.
En su forma actual, la teoría del Big Bang depende de tres
suposiciones:
- La universalidad de las leyes de la física, en
particular de la teoría de la relatividad general
- El principio cosmológico
- El principio de Copérnico
Bibliografía: