lunes, 22 de febrero de 2016

La adrenalina:

La Adrenalina o epinefrina es una hormona vasoactiva secretada por las glándulas suprarrenales bajo situaciones de alerta o emergencia. Además de encontrarse naturalmente en el organismo, puede inyectarse para tratar reacciones alérgicas potencialmente mortales causadas por las mordeduras de insectos, alimentos, medicamentos, látex y causas de otro tipo. Tiene efectos fisiológicos como: aumentar la concentración de glucosa en la sangre; aumentar la tensión arterial; aumentar el ritmo cardíaco; dilatar la pupila para tener una mejor visión; aumentar la respiración.
El primer lugar de síntesis de adrenalina es en la médula suprarrenal, partir de la cual se libera directamente sobre el torrente sanguíneo, la síntesis es llevada a cabo por metilación de la noradrenalina mediante al enzima adrenalina n-metiltransferasa utilizando la s-adenosilmetionina como cofactor.  La liberación se da por despolarización por el potasio y por otros tratamientos despolarizantes, este mecanismo es dependiente de calcio.  El transporte de alta afinidad de la adrenalina hasta los terminales nerviosos  y células gliales, es casi con certeza el método principal mediante el cual se inactiva la adrenalina liberada en las sinapsis. Aunque la adrenalina puede funcionar como neurotransmisor, su papel en el funcionamiento del SNC queda en realidad completamente relegado por la acción de la noradrenalina; si bien utilizamos generalmente el termino adrenérgico. Esta paradoja se debe a que la potente producción de adrenalina desde la médula de las glándulas suprarrenales, como consecuencia de la activación simpática, tiene unas consecuencias generalizadas e iguales que las de la acción de la noradrenalina liberada por la neurona post sináptica de una vía autónoma.




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